Dos años. Éste ha sido aproximadamente el periodo de tiempo que el fotógrafo colombiano SEBASTIÁN GÓMEZ ha necesitado para gestar su proyecto “African Iron Men”. Tal y como él lo ha definido, se trata de un retrato de la precariedad del reciclaje de chatarra y la ocupación de edificaciones abandonadas en la ciudad de Barcelona. Las dificultades para conseguir un sustento en sus países de origen han llevado a muchos inmigrantes a subsistir en condiciones de pobreza con el único objetivo de alcanzar el sueño de una próspera Europa. Este proyecto, que se centra en la cotidianidad de cientos de jóvenes inmigrantes africanos dedicados al reciclaje del metal, pretende señalar las injusticias a las que se enfrentan y la fortaleza que día a día muestran para superarlas. El fruto de estos dos años de trabajo ha podido contemplarse en la exposición del mismo nombre que concluyó el pasado 12 de noviembre en el Centre Cívic Pati Llimona de Barcelona.
Para los que no tuvisteis la posibilidad de asistir, hoy Inéditad publica en el presente post algunas de las fotografías más relevantes de esta muestra y lo hace además a modo de visita guiada, pues vienen acompañadas de una entrevista personal de su creador. Sebastián Gómez es el protagonista del Entrevista2 de hoy y para Inéditad es un verdadero placer y orgullo contar con su colaboración.
I. – Sebas, ¿qué te impulsó a llevarlo a cabo un proyecto como “African Iron Men».
S.- Desde que llegue a la ciudad de Barcelona me ha impactado los contrastes a nivel social y cultural de la ciudad. El gran flujo de turistas que brotaban de los cruceros y aeropuertos contrastaba también con la creciente inmigración de gentes de distintos lugares del mundo. Como inmigrante siempre llamó mi atención ver la realidad de aquellos que no venían en busca del ocio y la diversión.
Aquellas personas que llegaron en busca de un espejismo de modernidad y prosperidad que durante años se les ha construido en sus cabezas. En aquel entonces vivía en el Raval y el sonido de las ruedas y el metal de los carros de supermercado fueron el punto de partida y la chispa de encendió mi curiosidad.
I. – ¿Recuerdas cómo fue el primer día que visitaste a los verdaderos protagonistas de esta exposición? ¿Cuáles fueron tus impresiones en aquel momento?
S. – Todo empezó en el centro de Barcelona. Era llamativo ver a decenas de jóvenes africanos reunidos en algunos parques que se habían convertido en su “hogar”. Decidí dedicar meses a conocerlos y saber que los había impulsado a arriesgar sus vidas y años de juventud para llegar a vivir en esas condiciones. Con el transcurso del tiempo se consolidó una amistad que aún perdura y que por aquel entonces me llevo a visitarlos en el barrio del Besós, en el distrito de Sant Martí. Aquel lugar sería su hogar por más de dos años.
I. – Africanos de Hierro. Esta es la traducción literal del título de este proyecto. Un título que de por sí dice mucho. ¿Tuviste claro desde el principio que lo querías llamar así.?
S. – Titular una serie de fotografías que componen una historia de estas características no es fácil. No quería victimizarlos ni tampoco banalizarlos. De algún modo Hollywood nos ha puesto como referente al hombre de hierro como una persona exitosa, rica y muy poderosa. Para mi estos hombres son de hierro y no por su riqueza o poder, pero sí por su valentía y coraje.
I. – 17 fotografías son las que componen esta cautivadora exposición. Sabiendo de antemano que no ha tenido que ser tarea fácil, ¿qué criterios has escogido para seleccionarlas?
S. – No hay un único criterio para la elección de estas 17 fotografías. Este documento gráfico es el resultado de más de dos años de acercamiento a un entorno donde había más que simple reciclaje de chatarra. Las vidas de cada uno de ellos relatan problemáticas y vivencias de gran crudeza. Era difícil concentrar todo ello en una selección tan corta. Al final considere oportuno fijar dos elementos clave en sus vidas como son el trabajo del reciclaje y sus condiciones de vida dentro de las naves y fábricas que ocupaban.
I. – En esta ocasión se trata de una serie fotográfica en blanco y negro. ¿Por qué lo has preferido así?
S. – Las fotografías son originalmente en color. Sin embargo, debido a las características del lugar y de su labor como recicladores, encontraba demasiados elementos distractores que no permitían fijar la mirada en lo esencial, que eran las personas. El blanco y negro nos permite detener el tiempo y hacer de esta realidad algo a temporal como las migraciones mismas.
I.- No sé si estarás de acuerdo, pero una de las impresiones que Inéditad se ha llevado mientras visitaba la exposición ha sido que algunas de las escenas retratadas expresaban, a pesar de las duras circunstancias, una lección de optimismo y positividad. ¿Es posible que te hayas querido alejar en cierto modo del recurso fácil y sensacionalista de fotografiar únicamente el drama de estos hombres?
S. – Me alegra saber que he logrado transmitir algo de optimismo con estas imágenes. En el mundo de la fotografía documental nos hemos acostumbrado a buscar el morbo de la precariedad, de la violencia o la exclusión. Esto es el resultado de someter y entregar la fotografía a las leyes del mercado. Si quieres que tus historias se difundan y sean publicadas debes impactar. Nuestra capacidad de asombro se ha adormecido y vale más el sexo, las drogas o la violencia que una mirada optimista de estas situaciones.
I. – Echando la vista atrás y con la perspectiva que nos da el paso del tiempo, ¿qué ha supuesto para ti a título personal la realización de este proyecto?
S. – Fue un proyecto que generó importantes cambios en mi vida. Por un lado reafirmó las ideas que tenía sobre la realidad que viven los pueblos despojados en este mundo caótico y en ebullición. Al mismo tiempo supuso conocer a una gente que me transmitió coraje y valentía abriéndome las puertas a sus vidas. Proyectos tan largos desgastan sobre todo a nivel emocional, pero al final recoges grandes anécdotas y amistades que espero duren por mucho tiempo.
I. – Sin duda sería inevitable llevar a cabo un trabajo de estas características sin tener una implicación emociona verdaderamente intensa. ¿Sigues en contacto a día de hoy con los protagonistas de este reportaje fotográfico?
S. – Son relaciones muy intensas pues su cotidianidad como sin papeles los mantenía siempre al límite de lo extraordinario. Son amigos con los que compartir muchos días y noches de conversaciones, paseos, festejos o comidas. Nos ayudamos mutuamente y sabíamos que podíamos contar el uno con el otro. Mantengo un contacto regular con algunos de ellos, aunque en esta aventura migratoria al final eres un nómada, refugiado y desplazado, que por múltiples razones, te llevan a estar en constante movimiento, lo que hace difícil mantener un contacto regular con todos a quienes conocí.
I.- “African Iron Men” se expuso hasta el pasado 12 de noviembre en el Centre Cívic Pati Llimona de Barcelona, dentro del marco del festival Cinemigrante. Un festival que pretende a través del cine el diálogo intercultural invitándonos a su vez a reflexionar sobre las problemáticas actuales que impiden una verdadera integración social de los que por alguna causa, han tenido que abandonar su país de origen. ¿Cómo se estableció la conexión de tu proyecto con la organización de Cinemigrante?
S. – Hace un par de años me contactaron dos de las organizadoras del festival. Me ofrecieron participar con el proyecto y para mí no había mejor marco que el Festival II Muestra de CineMigrante de Barcelona. Sobre todo sabiendo que la sede central del festival seria el Centre Civic Pati Llimona. Aprovecho para agradecerles a Victoria y Martina por la oportunidad de exponer estas fotografías y su implicación en el desarrollo de la misma. Las películas seleccionadas son el mejor reflejo y análisis de la realidad migratoria en el mundo. Ha sido un honor colaborar mostrando mi mirada sobre una de las muchas realidades que se viven.
I. – Por último Sebas, Inéditad no podría finalizar esta entrevista sin preguntarte cuáles van a ser tus próximos proyectos. ¿Nos podrías hablar sobre alguno de ellos?
S. – Creo que proyectos como African Iron Men nunca terminan y considero oportuno continuar abordando el tema sobre todo en el contexto actual de una grave situación que viven miles de refugiados sin distinción de su origen. Espero poder seguir difundiendo en otros espacios para dar voz a estos aventureros. Actualmente estoy también abordando otros temas que siguen la temática del trabajo y que sin duda espero sea una tema central en mi papel como fotógrafo documental.
I. – Muchísimas gracias Sebas por el tiempo que has destinado a responder a esta entrevista. Inéditad te da la enhorabuena por el resultado final de este proyecto que contribuye a despertar conciencias, tan aletargadas en los últimos tiempos.
S. – Gracias a ti por permitirme expresar mis vivencias.

Fotografía de Jorge Lizana Ruiz el día de la inauguración de «African iron Men» en el Centre Cívic Pati Llimona
Texto: Inéditad
Fotografías cedidas por Sebastián Gómez.