“Pinto para no morirme nunca”. Éste es el emblema con el que este prometedor artista murciano acredita la pasión que siente por su oficio.
Un entusiasmo envuelto de vehemencia e incluso de delirio que evoluciona inevitablemente atravesando diferentes fases. Y es ahí, en ese punto concreto de transformación y crecimiento donde ahora se encuentra Bran Solo.
Una nueva etapa más personal, más íntima, más insondable que marca el inicio de un estilo restaurado más cercano a la pintura que a la ilustración, imponiéndose de forma necesaria el reto de desarrollarse sin dejar de ser él mismo.
Y para exhibir los trabajos que ha creado en este momento de metamorfosis qué mejor que hacerlo en el mismo espacio donde tuvo lugar su primera muestra individual. La ocasión sin duda lo merece. El próximo jueves 23 de noviembre se va a inaugurar en Kipfer&Lover de Málaga “Ansak”, la nueva exposición de este excelente creador de retratos y emociones.
“Ansak” o lo que es lo mismo, “Te olvido” en árabe, es una serie de retratos cuyos protagonistas son rescatados de un recuerdo, de un instante anhelado, de ese mundo en el que los rostros se mueven entre el deseo y el olvido. Unas obras que consiguen secuestrar los rasgos mágicos de estos personajes capaces incluso de clavar sus miradas al espectador con verdadero frenesí.
“Extraño en el bosque”; “Quien lo probó lo sabe”; “Jengibre” o “Sombra pasajera” son algunos de los 15 trabajos que constituyen el ajuar artístico que dará el pistoletazo de salida a este nuevo ciclo profesional de nuestro querido Bran Solo.
La cita este jueves a las 20:00h en la Calle San Juan de Letrán 21 de Málaga.
Texto: Inéditad
Imágenes cedidas por Bran Solo